No products in the cart.
Aun recuerdo la primera vez que oí cantar “OM” en una clase de Yoga. Incomodidad total: no sabía cómo hacerlo. No entendía como estaban todos tan absortos cantando, mientras en mi cabecita el único mantra que se repetía era “¿me habré unido a una secta sin querer?”
Si bien es una práctica muy común el abrir o cerrar las sesiones de Yoga cantando OM, muchas veces lo hacemos de manera mecánica y sin entender muy bien la intención que este sonido lleva. A continuación te cuento algunas cositas interesantes, para tener presentes antes de darle rienda suelta a tus cuerdas vocales.
No mamá, no me estoy afiliando a una religión. Primero que todo, el Yoga no es una religión, por lo tanto las clases nada tienen que ver con prácticas religiosas. Pero sí que tiene un componente filosófico, que puede verse reflejado en mayor o menor medida tus clases, según los objetivos de tu profesora. Uno de los textos base de la filosofía del Yoga es “Yoga Sutras de Patanjali”, donde se propone que:
«La vibración que resuena cuando la conciencia está completa, y no fragmentada, es OM. Al constantemente repetir este sonido, tenemos la oportunidad de experimentar nuestra propia naturaleza, que es Espíritu«.
Teniendo en cuenta que la teoría indica que al momento del Big Bang, la vibración original fue “OM”, el reproducir este sonido nos hace de alguna manera “volver a nuestro origen universal y completo”, como quien llega a casa y se quita los zapatos después de una larga jornada: PAZ.
Te relaja, y tu cuerpo lo sabe. ¿Has oído alguna vez a un bebe o niño pequeño vocalizar OM o sonidos similares, sin razón aparente? Pues la sabiduría de sus organismos cero kilómetro utiliza estas vibraciones para activar el sistema nervioso parasimpático, bien conocido como el “sistema de la digestión y el descanso”, regulando así la función de su antagonista (el sistema nervioso simpático) y disminuyendo así los niveles de ansiedad, procesos inflamatorios, ritmo cardíaco y respiratorio, por nombrar algunos. Lo que vendría a ser.. relajaciOM total.
Y ahora, ¡Todos juntos! Cantar OM es sencillo, pero teniendo en cuenta estas técnicas, podrás disfrutar de todos sus beneficios:
Encuentra una postura sentada cómoda, pero erguida (mi favorita es Virasana), así podrás respirar profundamente y aprovechar al máximo tu capacidad pulmonar y el efecto “caja de sonido” de tu cuerpo.
Los sonidos que componen el mantra son realmente A-U-M, y deberíamos dedicarle un tercio de la exhalación a cada una. Es decir, si exhalo en 6 tiempos, dedico 2 tiempos para cada sonido: Aaaa-Uuuu-Mmmm.
Mientras cantas, lleva la atención a tu chakra del entrecejo (Ajna, el centro energético de tu intuición y consciencia), para facilitar la conexión con tu naturaleza espiritual no fragmentada, que nos proponen los Yoga Sutras.
Luego de cantar, tómate un momento para sentir los efectos del mantra en tu cuerpo y en tu mente, y repite las veces que quieras.
Espero te animes a probar estas técnicas, y ya sabes, si tienes cualquier otra duda estaré encantada de ayudarte.
Mayra Alvarez.